Ir al contenido principal

Vital Aza


Se cumple este año el centenario de la muerte del escritor Vital Aza. En su homenaje reproduzco el texto titulado "Pequeño Plutarco", que escribí en la columna "Olvido y desidias", del suplemento cultural de La Nueva España, el 5 de enero de 1995

El asturiano Vital Aza (1851-1912) desparramó su ingenio -o vis cómica, como solía decirse- en más de setenta piezas teatrales (entre comedias, sainetes, juguetes cómicos, apropósitos, bocetos de costumbres...). Pocas de estas obras han llegado hasta nosotros,aunque sí el eco del éxito y popularidad de que gozaron en su día. Aza escribió también libros de versos, la mayoría de carácter jocoso y satírico, cualidades éstas poco valoradas hoy en día frente a otros registros poéticos de más altos vuelos. Los mismos títulos de sus poemarios -Ni fu ni fa, Frivolidades, Todo en broma, Bagatelas- parecen indicar que ni siquiera el propio autor les daba excesiva importancia. Cabe pensar, sin embargo, que de haberse dedicado con preferencia a la narrativa seguramente la posteridad hubiera sido algo más generosa con su legado literario. (Pienso, por ejemplo en el caso de otro humorista coetáneo, Juan Pérez Zúñiga, cuyos Viajes morrocotudos en busca del "Trifinus melancolicus o sus Cuentos embolados -"así llamados porque no se les ve la punta"- han tenido la suerte de ser varias veces reeditados).
Pero hay un libro en el que, a mi entender, la esencia del humor del escritor asturiano permanece intacta a pesar del tiempo transcurrido. Este libro se titula Plutarquillo (1901), y en él se recoge una docena de "biografías festivas de personajes célebres", desde la de Demóstenes hasta la de Tito (en verso), pasando por las de Séneca, Saladino, Epaminondas o Lúculo (ésta última en forma de "interview"). Advierte Aza al lector en en el prólogo: "No veas en el tono zumbón de estas biografías asomo siquiera de irreverencia y menosprecio, y cuenta que las llamo ligeras por no llamarlas pesadas.
Y nada pesadas, en verdad, resultan. Las mejores y más variadas habilidades de Vital Aza se despliegan en estos regocijantes esbozos biográficos: retruécanos, dobles sentidos, y otros artificios se suceden si dar respiro al lector. Gusta Aza de jugar con las frases hechas y los lugares comunes para, dándoles la vuelta, mostrarnos el revés de la historia., con sus absurdos y contradicciones. He aquí, por ejemplo, el inicio de la biografía del general romano Paulo Emilio: "Corría el año 216 antes de nuestra era. Y digo que corría, porque así lo aseguran los historiadores. Ellos sabrán por qué este año andaba tan deprisa..." Y así hasta el final.
Gran parte del humor escrito es perfume volátil de una época determinada. A veces, sin embargo, logra traspasar el filtro inapelable del tiemplo con toda su frescura y espontaneidad. Pienso que Vital Aza , con su Plutarquillo, lo consigue.
   

Comentarios

Entradas populares

Criterion

  Sin lugar a dudas, The Criterion , fundado y editado por T. S. Eliot en 1922, es una de las mejores revistas literarias británicas del siglo XX. La nómina de colaboradores que tuvo este magazine trimestral, hasta su último número publicado en 1939, conforma un catálogo bastante representativo de lo más granado de la intelectualidad, no solo británica, del período de entreguerras. En sus páginas escribieron luminarias como Pound, Yeats, Proust o Valéry, por citar solo cuatro.   El primer número de The Criterion , salido en octubre de aquel annus mirabilis , es realmente impactante y marca el sello característico de su editor, expresado a través de sus "Commentary"; a saber, la compatibilidad entre una ideología ideología católica y conservadora y una defensa a ultranza de la vanguardia modernista. En este ya mítico número 1, se incluye, por ejemplo, la primera aparición en letra impresa de The Waste Land de Eliot, y la crítica encomiástica de Valéry Larbaud del Ulises, de

Escritura y moral

  La primera obligación de un escritor es tratar todos los temas con la más elevada, la más digna y la más valiente de las disposiciones (...) El espíritu con el que se aborda un tema, un ingrediente relevante en cualquier tipo de literatura, es de absoluta importancia si hablamos de obras de ficción, reflexión o poesía, pues ahí no solo da color, sino que de por sí elige los hechos; no solo modifica, sino que conforma a la obra (...) No rechazamos una obra maestra aunque estemos preparados para detectar sus defectos; sobre todo, no nos preocupa encontrar sus defectos, sino sus méritos: Por supuesto no hay libro perfecto, ni siquiera en su concepción, pero no hay duda de que hay muchos que hacen disfrutar al lector, que le hacen mejorar en su vida o que le levantan el espíritu (...) En literatura, como en todo lo que hacemos, nunca podemos esperar la perfección. Lo único que cabe es hacer todo lo posible  porque así sea, y para ello solo hay una regla: lo que pueda hacerse despacio no

Un milagro de san Salvador de Horta

"Dos casados vizcaínos traxeron desde aquel reino a Horta una hija, que era sorda y muda de nacimiento; y poniéndola a los pies del venerable Fray Salvador, les dixo que estuviesen ocho días en la Iglesia orando a Nuestra Señora, y que después hablaría la muchacha. Pasados quatro días habló, pero en lengua catalana, conformándose con el idioma del territorio en que estaba. Entonces viendo hablar a la muda gritaron todos: Milagro , milagro . Pero sus padres como no entendían aquella lengua estaban descontentos, y levantando la voz decían que ellos no querían, ni pedían, que hablase su hija lengua catalana, sino vizcaína; y fueron a Fray Salvador, que le quitase la lengua catalana y le diese la vizcaína. Él les respondió: Vosotros proseguid la oración de los ocho días, que yo también continuaré la mía . Y cumplidos los ocho días, delante de los muchos que concurrieron a ver la novedad, dixo: Amigo, la Virgen Santísima quiere que la niña hable catalán mientras esté en el reino de Cat