Ir al contenido principal

Charles Olson


Charles Olson (1910-1970)

Charles Olson es uno de los poetas más importantes que surgieron en Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial. Nacido en Nueva Inglaterra, estudió en la Wesleyan University, donde se doctoró con una tesis sobre Herman Melville. Perteneció a la llamada escuela de Black Mountain, de cuyo College llegó a ser rector. Su propuesta experimental y del "verso proyectivo" influyó en las generaciones poéticas posteriores. En 1950 comenzó a escribir la que se considera su obra cumbre: un largo poema, The Maximus Poems, en la línea de los Cantos de Ezra Pound o Paterson de William Carlos Williams, que quedó inconcluso a su muerte.
Interesado por las lenguas indoeuropeas, la geología y la cultura maya, en Maximus IV, Olson introduce la deriva de los continentes. Vislumbrada por el geólogo norteamericano Frank B. Taylor unos pocos años antes de que Alfred Wegener estableciara su propia hipótesis, el colosal movimiento cortical del planeta le sirve a Olson como metáfora de la historia y sus grandes migraciones. Olson escribió este parte cuando la teoría de la tectónica de placas se estaba gestando. En el poema Olson dirige su mirada a las rocas de Ten Pound Island, constata su sometimiento bajo las capas de hielo de la última glaciación y entiende el desplazamiento de las masas continentales a partir de un único megacontinente, Pangea, como símbolo del destino migratorio del hombre y de la trágica agitación de la historia. 

Comentarios

Entradas populares

Criterion

  Sin lugar a dudas, The Criterion , fundado y editado por T. S. Eliot en 1922, es una de las mejores revistas literarias británicas del siglo XX. La nómina de colaboradores que tuvo este magazine trimestral, hasta su último número publicado en 1939, conforma un catálogo bastante representativo de lo más granado de la intelectualidad, no solo británica, del período de entreguerras. En sus páginas escribieron luminarias como Pound, Yeats, Proust o Valéry, por citar solo cuatro.   El primer número de The Criterion , salido en octubre de aquel annus mirabilis , es realmente impactante y marca el sello característico de su editor, expresado a través de sus "Commentary"; a saber, la compatibilidad entre una ideología ideología católica y conservadora y una defensa a ultranza de la vanguardia modernista. En este ya mítico número 1, se incluye, por ejemplo, la primera aparición en letra impresa de The Waste Land de Eliot, y la crítica encomiástica de Valéry Larbaud del Ulises, de

Escritura y moral

  La primera obligación de un escritor es tratar todos los temas con la más elevada, la más digna y la más valiente de las disposiciones (...) El espíritu con el que se aborda un tema, un ingrediente relevante en cualquier tipo de literatura, es de absoluta importancia si hablamos de obras de ficción, reflexión o poesía, pues ahí no solo da color, sino que de por sí elige los hechos; no solo modifica, sino que conforma a la obra (...) No rechazamos una obra maestra aunque estemos preparados para detectar sus defectos; sobre todo, no nos preocupa encontrar sus defectos, sino sus méritos: Por supuesto no hay libro perfecto, ni siquiera en su concepción, pero no hay duda de que hay muchos que hacen disfrutar al lector, que le hacen mejorar en su vida o que le levantan el espíritu (...) En literatura, como en todo lo que hacemos, nunca podemos esperar la perfección. Lo único que cabe es hacer todo lo posible  porque así sea, y para ello solo hay una regla: lo que pueda hacerse despacio no

Un milagro de san Salvador de Horta

"Dos casados vizcaínos traxeron desde aquel reino a Horta una hija, que era sorda y muda de nacimiento; y poniéndola a los pies del venerable Fray Salvador, les dixo que estuviesen ocho días en la Iglesia orando a Nuestra Señora, y que después hablaría la muchacha. Pasados quatro días habló, pero en lengua catalana, conformándose con el idioma del territorio en que estaba. Entonces viendo hablar a la muda gritaron todos: Milagro , milagro . Pero sus padres como no entendían aquella lengua estaban descontentos, y levantando la voz decían que ellos no querían, ni pedían, que hablase su hija lengua catalana, sino vizcaína; y fueron a Fray Salvador, que le quitase la lengua catalana y le diese la vizcaína. Él les respondió: Vosotros proseguid la oración de los ocho días, que yo también continuaré la mía . Y cumplidos los ocho días, delante de los muchos que concurrieron a ver la novedad, dixo: Amigo, la Virgen Santísima quiere que la niña hable catalán mientras esté en el reino de Cat