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Biopic

Se está rodando una película sobre la vida de un poeta muerto: Jaime Gil de Biedma.
Me temo lo peor.
Al parecer el guión sigue la biografía que hace unos años publicó Miguel Dalmau. Más que una "biografía" la de Dalmau es una "patografía", en la que se hace excesivo énfasis en la vida privada e inclinación sexual del poeta. Además, está llena de inexactitudes, de especulaciones gratuitas, de cotilleos sin interés y de dudosas afirmaciones en las que no se cita la fuente.
Si esta es la base de la película, vamos apañados.
Por si fuera poco, el título que le han puesto a la película es El cónsul de Sodoma.
De espanto.


Comentarios

  1. No está mal traído: todo poeta lleva consigo una "patografía", no una biografía. Cada poema avalaría el aserto. De lo contrario, no se es poeta.

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  2. Por primera vez desde que entro en tu blog voy a discrepar. No tenía ni idea de que estaban haciendo una película sobre Gil de Biedma y yo también me temo lo peor, pero no por el libro en que se basa sino porque conozco el cine español.
    Pero la biografía de Dalmau me parece casi ejemplar. "Casi" porque, efectivamente, hace algunas especulaciones fuera de lugar. O mejor dicho: no documentadas. No tenemos la prueba de tales afirmaciones. Pero eso no las convierte en falsas automáticamente. Sólo tenemos que ponerlas en cuarentena.
    No obstante, a la vista de la capacidad de penetración del biógrafo, esos datos no documentados cobran una inesperada verosimilitud. Al menos eso.
    Lo óptimo sería que en España existiera la tradición biográfica que existe en otros países, lo que permitiría otros puntos de vista. Repito: lo que más temo es el sensacionalismo de la película (una vida como esa en manos de un director joven y ambicioso... No quiero ni pensarlo), porque la biografía de Dalmau, a mi entender, no lo es (sensacionalista).
    Abusando del espacio que nos das, en un post que continúa a este haré un corte y pega de cierto artículo que escribí cuando salió el Dalmau, comentándolo.
    Un abrazo:
    JLP

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  3. JAIME GIL DE BIEDMA, POR MIGUEL DALMAU


    José Luis Piquero

    Jaime Gil de Biedma vivió intensamente la vida. La vivió y la bebió. Y amó con verdadera desesperación, hasta morir como mueren los que han amado mucho y no toman precauciones: una vida de contradicciones y claroscuros.
    Sabemos todo eso -o casi todo- por sus poemas, los poemas que todos los que lo amamos hemos leído con la emoción de ver en ellos nuestro propio rostro. Gil de Biedma ya era en vida una leyenda para los jóvenes poetas que, as myself, aspirábamos a atrapar en unos pocos versos algo de esa misma verdad, algo de esa pasión por la existencia y por todo lo que es hermoso; sabiendo, además, que junto a la felicidad, como su reverso, está la sordidez del mundo, la desdicha absoluta, como sólo puede sentirla un adolescente. También Gil de Biedma fue, toda su vida, un adolescente.
    Los detalles de esa vida, los sórdidos y los maravillosos -aunque probablemente haya más de los primeros que de los segundos-, los conocemos ahora a través de una biografía escrita por Miguel Dalmau y publicada por Circe. Una biografía terriblemente indiscreta pero ¿qué biografía no lo es? O mejor: ¿Puede no serlo una biografía que se tenga por tal? De inmediato, se han alzado unas cuantas voces indignadas que atacan el libro porque cuenta todos esos detalles. ¿Pero qué relato esperaban? ¿Habrán leido sus poemas?
    En vida, es cierto, Gil de Biedma velaba cuidadosamente ciertas alusiones. Esperaba que los iniciados pudieran penetrarlas mientras quedaban a salvo del escrutinio familiar o social. Esas precauciones no tienen sentido ahora. O no deberían tenerlo en un libro que se proponía -y lo ha conseguido- trazar un retrato global, completo e íntimo, que ayuda a comprender muchas claves de su obra. Asustarse de lo que era esperable no parece otra cosa que hipocresia o candidez.
    No hay duda de que el libro de Dalmau tiene errores graves: recoge sin contrastar puros cotilleos, descontextualiza constantemente, no documenta sus citas... Acaso porque tiene como biografía lo peor -falta método, es aventurada- y lo mejor -ha comprendido al personaje, lo ha visualizado, al menos una cierta imagen verosímil de él. ¿Con qué aspecto quiere quedarse cada uno?
    Esta biografía de Jaime Gil de Biedma se lee con emoción, como se lee una novela: con intensidad y cómplice arrobamiento. No es un ensayo. No es quizá la biografía óptima. Pero es una semblanza fascinante, que recoge al poeta en toda su complejidad, sus contradicciones y sus sombras: bajo el sol, joven y lleno de deseos, y en los sótanos de su derrota. La lección de una vida, en lo bueno y lo malo.

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  4. Y ya sé que esto es abuso pero se me olvidó comentar el título de la futura (presunta) película. "Cónsules de Sodoma" es un libro (realmente una rareza difícil de encontrar) que recoge entrevistas francas y abiertas con autores homosexuales como Roger peyrefitte, Allan Ginsberg, Cristopher Isherwood, etc. ¿Quién fue el entusiasta prologuista de la casi clandestina edición española? Exacto: Jaime Gil de Biedma. Por lo menos hay un guiño. Pero insisto: qué poco me fío de ningún director español...

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  5. Amigo José Luis, te agradezco tu argumentada opinión en cuanto a la biografía de Dalmau, que ya conocía porque había leído tu artículo. Yo continúo pensando que es una mala biografía. A lo mejor si la llamarámos otra cosa podía estar de acuerdo, pero tu mismo reconoces que, tal como está escrita, no hubiese pasado los filtros requeridos para este tipo de libros en el mundo editorial anglosajón. Y no me refiero solo a las acotaciones de carácter privado o sexual.
    En cualquier caso, lo que quería poner de manifiesto en mi post es la desconfianza que, según lo leído y a tenor de algunos biopics españoles precedentes -de Lorca, p. ej.-, me suscita esta versión cinematográfica sobre la vida de Gil (por cierto, protagonizada por Jordi Mollà, que no se parece físicamente a él ni por asomo).

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