Ir al contenido principal

Noticias de la China

“Voy a describir lo que sé y conozco de la vida en China, tal como se ha ofrecido a mi observación durante una larga residencia en casi todos los puertos de comercio, ayudada por frecuentes viajes al interior del país.” Así empieza Eduardo Toda La vida en el Celeste Imperio (1887), raro e interesantísimo libro de viajes dedicado a China. Al reusense Eduardo Toda y Güell (1855-1941), diplomático y escritor, se le considera el primer egiptólogo español. De su estancia en la tierra de los faraones se trajo gran cantidad de antigüedades, incluidas varias momias. En Cerdeña estudió el legado cultural catalán. Fue también un reputado bibliófilo y bibliógrafo. Destinado en 1876 a Macao como vicecónsul, pasó luego a Hong Kong y Shangai. Fruto de esta estancia de seis años fue el mencionado libro.
Nada de la vida y costumbres chinas se le escapa al autor. Toda habla con detenimiento acerca de cómo visten, dónde viven y qué comen los chinos. Sus hábitos alimenticios no pueden dejar de chocarle y, en consecuencia, nos proporciona detalles exactos. Por ejemplo, en Cantón menciona, junto a la Puerta de Tchu Sing, un establecimiento llamado Vusiang Keu Miao Yupú, o sea, “A la fragante abundancia, restaurante de perros y gatos”, y da la tarifa de precios: criadillas de perro negro, 6 céntimos; una cazuela grande de carne de gato, 6 reales; un par de ojos de gato negro, 18 céntimos. Otras curiosidades llaman su atención: las bandas de leprosos que asaltan a los transeúntes en las ciudades exigiendo limosna, los usos amorosos y mortuorios, sus diversiones (“el pueblo chino… se divierte poco”), las casas de prostitución, los fumaderos de opio…Le escandaliza la situación rebajada, casi esclavizante, de la mujer (“para ella la hora de la redención no ha sonado todavía”). “El europeo –escribe- debe forzosamente viciarse en aquellas regiones…muchos pasan indiferentemente por el país, que contemplan sin curiosidad ni gusto, y bastantes por desgracia, dejan el dinero, la salud, y a veces el honor, en las noches de crápula de las concesiones extranjeras.” Me imagino al anciano Toda, en su retiro de Escornalbou, rodeado de libros y bibelots chinos, rememorando, quién sabe si con nostalgia, sus juveniles días en el Celeste Imperio.

Comentarios

  1. Es curioso: cambiando un par de cosas (un sustantivo aquí y allá) podría aplicarse a Benidorm actualmente. Incluso lo de que los nativos no se divierten: sólo se divierten los extranjeros.
    Un abrazo.
    JLP

    ResponderEliminar
  2. Bien podría reeditarse, ahora que en Celeste Imperio van a comenzar los Juegos Olímpicos.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares

Criterion

  Sin lugar a dudas, The Criterion , fundado y editado por T. S. Eliot en 1922, es una de las mejores revistas literarias británicas del siglo XX. La nómina de colaboradores que tuvo este magazine trimestral, hasta su último número publicado en 1939, conforma un catálogo bastante representativo de lo más granado de la intelectualidad, no solo británica, del período de entreguerras. En sus páginas escribieron luminarias como Pound, Yeats, Proust o Valéry, por citar solo cuatro.   El primer número de The Criterion , salido en octubre de aquel annus mirabilis , es realmente impactante y marca el sello característico de su editor, expresado a través de sus "Commentary"; a saber, la compatibilidad entre una ideología ideología católica y conservadora y una defensa a ultranza de la vanguardia modernista. En este ya mítico número 1, se incluye, por ejemplo, la primera aparición en letra impresa de The Waste Land de Eliot, y la crítica encomiástica de Valéry Larbaud del Ulises, de

Escritura y moral

  La primera obligación de un escritor es tratar todos los temas con la más elevada, la más digna y la más valiente de las disposiciones (...) El espíritu con el que se aborda un tema, un ingrediente relevante en cualquier tipo de literatura, es de absoluta importancia si hablamos de obras de ficción, reflexión o poesía, pues ahí no solo da color, sino que de por sí elige los hechos; no solo modifica, sino que conforma a la obra (...) No rechazamos una obra maestra aunque estemos preparados para detectar sus defectos; sobre todo, no nos preocupa encontrar sus defectos, sino sus méritos: Por supuesto no hay libro perfecto, ni siquiera en su concepción, pero no hay duda de que hay muchos que hacen disfrutar al lector, que le hacen mejorar en su vida o que le levantan el espíritu (...) En literatura, como en todo lo que hacemos, nunca podemos esperar la perfección. Lo único que cabe es hacer todo lo posible  porque así sea, y para ello solo hay una regla: lo que pueda hacerse despacio no

Un milagro de san Salvador de Horta

"Dos casados vizcaínos traxeron desde aquel reino a Horta una hija, que era sorda y muda de nacimiento; y poniéndola a los pies del venerable Fray Salvador, les dixo que estuviesen ocho días en la Iglesia orando a Nuestra Señora, y que después hablaría la muchacha. Pasados quatro días habló, pero en lengua catalana, conformándose con el idioma del territorio en que estaba. Entonces viendo hablar a la muda gritaron todos: Milagro , milagro . Pero sus padres como no entendían aquella lengua estaban descontentos, y levantando la voz decían que ellos no querían, ni pedían, que hablase su hija lengua catalana, sino vizcaína; y fueron a Fray Salvador, que le quitase la lengua catalana y le diese la vizcaína. Él les respondió: Vosotros proseguid la oración de los ocho días, que yo también continuaré la mía . Y cumplidos los ocho días, delante de los muchos que concurrieron a ver la novedad, dixo: Amigo, la Virgen Santísima quiere que la niña hable catalán mientras esté en el reino de Cat