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Dejarse llevar

  Una vez estaba en un islote en medio de un grandioso lago rodeado de montañas y mientras observaba el embarcadero flotante se levantó viento, unas olas surgieron de la nada e imaginé que yo estaba allí tumbada y el embarcadero se soltaba de pronto y la tormenta se lo llevaba. Me pregunté si sería capaz de quedarme quieta y saborear la sensación de mecerme sobre las aguas, al fin y al cabo aún no estaría muerta, no estaría ahogándome, sólo yendo a la deriva hacia algún sitio que no formaba parte de mis planes. La mera idea me dio escalofríos. Aun así, qué maravilla poder ser capaz de disfrutar del viaje, por muy incierto que sea el desenlace. Me gustaría. En el fondo es lo que hacemos todos, sólo que no lo sabemos. (Abigail Thomas, Una vida de tres perros . Traducción de Regina López Muñoz. Errata naturae, 2023).   
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Master mariner

1924 es año de destacados aniversarios literarios. De momento, el mejor posicionado, a juzgar por las menciones que ya se están publicando en la prensa, es el centenario de la muerte de Franz Kafka. Pero hay más efemérides en la lista, por ejemplo, los cincuenta años del primer Manifiesto del surrealismo y de la publicación de la La montaña mágica de Thomas Mann, el centenario de la muerte de Anatole France y, por supuesto, el de Joseph Conrad. Todo ello sin ir más lejos en el tiempo. Me temo, sin embargo, que casi todos los focos mediáticos irán a parar hacia el escritor checo, dejando a los demás en una tenue penumbra o incluso en la mera oscuridad.    En Por qué leer los clásicos (1993, traducción de Aurora Bernárdez), Italo Calvino le dedica a Conrad un capítulo ("Los capitanes de Conrad"). Hay que recordar que Calvino hizo su tesis doctoral sobre el autor de El corazón de las tinieblas . Por tanto, lo conocía muy bien y supo entresacar de su trayectoria vital, sobre t

¿Exlibris?

  Esto no es un exlibris. Es uno de los magníficos grabados, de una carpeta de diez, sobre poemas de Poe, que su autor, Josep Maria Sans Serafini, tuvo la generosidad de regalarme el verano pasado. Solo se estamparon cuatro carpetas (la mía es la 2/4) en el taller Grabarte de Barcelona, en el mes de abril de 1999. Si tuviera que elegir un exlibris para mí, sin duda escogería este grabado.        

Emoción y razón

Es mucho más fácil manejar la emoción que la razón. Para manejar la razón hacen falta argumentos. La emoción sin la razón se desboca. Si a la gente de das solo información y no le das contenido, no hay nada que hacer. Los medios están creando una sociedad de tintes polarizados, de forma que no vivimos en una sociedad de conocimiento, sino de economía de la atención. ¿Y cómo se capta la atención? Pues, con lo extravagante y lo llamativo. Adela Cortina (Cita recopilada en "Entre comillas", La última canana de Pancho Villa , nº 737, 2023).

Mallafré

 Joaquim Mallafré i Gavaldà (Reus, 1941-2024)   El pasado día 22 de febrero falleció Reus, su ciudad natal, Joaquim Mallafré, filólogo, profesor de la Universidad Rovira i Virgili, y traductor del Ulises de James Joyce al catalán ( Ulisses , Leteradura, 1981).  Cualquiera que se proponga traducir la obra maestra del escritor irlandés, y lo consiga, es digno de respeto y consideración. Si, además, la versión es de reconocida calidad, entonces merece toda nuestra admiración.  Por si fuera poco, Mallafré también vertió al catalán Dublineses , el teatro de Samuel Beckett y la Vida y opiniones de Tristam Shandy de Laurence Sterne, entre otras obras.  Como él mismo confesó, fue su profesor en la Universidad de Barcelona, José María Valverde (traductor asimismo del Ulises de Joyce), quien le despertó el interés por la literatura más arriesgada. Y, como lectores, se lo agradecemos.  

Un poema de Siken

  TEORÍA DE LA BOTA   Un hombre entra en un bar y dice                                      Toma a mi mujer. Por favor .                                                                                   Y eso haces.       Sales con ella bajo la lluvia y te enamoras de ella                                                                   y te deja y estás desolado. Estás bocarriba en camiseta interior, eres un hombre roto            en una colcha fea, mirando fijamente a las manchas de humedad del techo.                 Y puedes oír al hombre del piso de arriba                           quitarse los zapatos. Oyes la primera bota golpear el suelo y buscas algo,                                                                                        esperas     porque creías que vendría algo después, creías que existiría                  alguna lógica, tal vez, algo que le diera a todo un sentido,             pero aquí estamos, de nuevo en la maleza,                                        

Matrimonio

  Se trata de no pensar que un matrimonio es una unión absoluta, una disolución de fronteras. Son precisamente las fronteras lo que preserva los matrimonios, Y la negociación. La invención de soluciones. No es exactamente un cómputo de pérdidas y créditos, sino de algo más orgánico. Lo banal en lo sublime. Lo sublime en lo banal. Se sacrifican las inclinaciones naturales, las pulsiones, cierta idiosincrasia para que respondan a un orden superior. Lo que resulta es más amplio, más generoso y complejo que lo descartado. En cierta manera, el matrimonio es una obra de arte, la capacidad para depurar el estilo, descartar borradores y material, a veces de primera calidad. La energía para plasmar dicha obra se extrae de esos yacimientos oscuros que la pareja alberga, el vicio, la envidia, la desesperación, el remordimiento, la angustia... (Ignacio del Valle, Lo que hicimos por amor . Algaida, 2023).