A CARLOS XII, REY DE SUECIA, RETIRADO EN BENDER Nació debajo de la helada zona espíritu encendido, rayo ardiente que a dos grandes coronas hizo frente y a una frente deshizo la corona. Hoy, aunque fugitivo, ser blasona del gran Gustavo digno descendiente, un ejército entero en su persona. La suerte, más mudable que la luna, la espalda le volvió, y el contratiempo le hizo más glorïoso y atrevido. Pues presentó batalla a la fortuna, con ella está lidiando ha mucho tiempo y hasta que muera no será vencido. (Rodrigo Olay Valdés, Feijoo, poeta. Antología . Instituto Feijoo de Estudios del siglo XVIII y Ediciones Trea, 2024). Nota . Como señala Olay existe un soneto encomiástico sobre el mismo tema escrito por Jorge Luis Borges.
Una vez estaba en un islote en medio de un grandioso lago rodeado de montañas y mientras observaba el embarcadero flotante se levantó viento, unas olas surgieron de la nada e imaginé que yo estaba allí tumbada y el embarcadero se soltaba de pronto y la tormenta se lo llevaba. Me pregunté si sería capaz de quedarme quieta y saborear la sensación de mecerme sobre las aguas, al fin y al cabo aún no estaría muerta, no estaría ahogándome, sólo yendo a la deriva hacia algún sitio que no formaba parte de mis planes. La mera idea me dio escalofríos. Aun así, qué maravilla poder ser capaz de disfrutar del viaje, por muy incierto que sea el desenlace. Me gustaría. En el fondo es lo que hacemos todos, sólo que no lo sabemos. (Abigail Thomas, Una vida de tres perros . Traducción de Regina López Muñoz. Errata naturae, 2023).